EN CONFIANZA
Leoncio Moran Sánchez
Visita presidencial
Un día antes, por la noche, recibí la llamada en la que se me invitaba al evento en el cual el presidente estaría dando arranque a la construcción de la planta regasificadora de gas natural en Manzanillo. Ese martes, en mi “changarro”, era un día especialmente cargado de trabajo, sin embargo decidí asistir al evento considerando que esta inversión promovida por el gobierno federal desde el sexenio pasado, cuando el presidente Calderón era aun secretario de Energía, es sin duda un “parte aguas” en el destino y desarrollo de la economía de nuestro estado y por consecuencia, seguramente a partir de esa fecha, el porvenir de nosotros los colimenses estará influenciado por este importante hecho. Valía la pena formar parte de la historia.
Llegamos a un terreno cercano al lugar donde fue el evento, ahí mismo, abordamos un autobús que nos traslado hasta otro lugar donde tuvimos que pasar caminando por los detectores de metales e inmediatamente después abordamos, una camioneta tipo van en la que finalmente nos llevaron hasta el lugar del evento. Una inmensa carpa colocada para la ocasión sirvió de protección del sol abrasador del medio día que ya empezaba a calar a todos los que ahí nos encontrábamos. La gente invitada era la misma de siempre, funcionarios federales, estatales y municipales, que de acuerdo a la importancia de su puesto era el lugar que cada quien ocupaba, los mas encumbrados hasta adelante y los ciudadanos comunes, como un servidor, ocupábamos los espacios mas modestos. Los trabajadores operativos de la Comisión Federal de Electricidad, que a mi parecer debieron de haber estado al frente, fueron colocados hasta atrás, como comúnmente se dice: los mandaron a “gallola”. A ellos eso no les importo y menos cuando al final del evento el Presidente se acerco a saludarles.
El mensaje del presidente Calderón fue sencillo, dejo claro la importancia que este acontecimiento representa para México pero especialmente para Colima. Esta planta regasificadora de gas natural, será construida con capital privado coreano, permitirá que nuestro país pueda adquirir gas natural de países diferentes a los Estados Unidos, a precios competitivos y en mejores condiciones para los mexicanos, pues al tener esta nueva opción de hacernos llegar esta importante producto a través del puerto de Manzanillo y conectarse, para su traslado, a los nuevos ductos que conducirán el gas a la red central que comunica al resto del país, nos estará dando la oportunidad de no depender, como ahora lo hacemos, de las condiciones comerciales que nos imponen nuestros vecinos del país del norte.
Los colimenses debemos de estar atentos, pues desde hoy seguramente los ojos de muchas empresas de otros países interesadas en invertir en México y de muchas empresas mexicanas que estaban pensando en instalarse en otras partes del país, estarán puestos en el estado de Colima. La fortaleza que representa el puerto de Manzanillo, sumada a la fuerza laboral capacitada con la que contamos en nuestro estado, ahora con el fácil acceso al gas natural a través de la nueva línea conductora de gas, que seguramente recorrerá buena parte del estado con destino a la zonas industriales del resto del país, hará más accesible el producto para las empresas que se instalen e nuestro territorio. La posibilidad de desarrollo para Colima es real, dependerá de cada uno de nosotros aprovechar esta nueva oportunidad.
El reto para el nuevo mandatario estatal, por el cual votaremos en julio del 2009, es grande, también para los nuevos alcaldes, especialmente a los de los municipios de Colima, Villa de Alvarez, Cuahutemoc, Tecomán y Manzanillo, pues así como vendrán nuevas oportunidades de crecimiento, también se presentaran nuevos problemas y necesidades a las que actualmente tenemos. La vocación de nuestro estado, tradicionalmente, agrícola, comercial y de servicios, gradualmente estará siendo compartida con una industrial.
Como ciudadanos no podemos quedarnos ajenos a este nuevo escenario, debemos exigir a nuestros gobernantes planes con visión de largo plazo, que hagan compatible el crecimiento y el desarrollo respetando el entorno ambiental, atendiendo desde hoy las necesidades de crecimiento ordenado de las ciudades de nuestro estado, tomando en cuenta las necesidades futuras de movilidad de los que aquí vivimos, para que en el futuro Colima sea verdaderamente el estado con la mejor calidad de vida del país y que todos los colimenses podamos contar con ese privilegio, no solo unos cuantos como actualmente sucede.
Leoncio Moran Sánchez
Visita presidencial
Un día antes, por la noche, recibí la llamada en la que se me invitaba al evento en el cual el presidente estaría dando arranque a la construcción de la planta regasificadora de gas natural en Manzanillo. Ese martes, en mi “changarro”, era un día especialmente cargado de trabajo, sin embargo decidí asistir al evento considerando que esta inversión promovida por el gobierno federal desde el sexenio pasado, cuando el presidente Calderón era aun secretario de Energía, es sin duda un “parte aguas” en el destino y desarrollo de la economía de nuestro estado y por consecuencia, seguramente a partir de esa fecha, el porvenir de nosotros los colimenses estará influenciado por este importante hecho. Valía la pena formar parte de la historia.
Llegamos a un terreno cercano al lugar donde fue el evento, ahí mismo, abordamos un autobús que nos traslado hasta otro lugar donde tuvimos que pasar caminando por los detectores de metales e inmediatamente después abordamos, una camioneta tipo van en la que finalmente nos llevaron hasta el lugar del evento. Una inmensa carpa colocada para la ocasión sirvió de protección del sol abrasador del medio día que ya empezaba a calar a todos los que ahí nos encontrábamos. La gente invitada era la misma de siempre, funcionarios federales, estatales y municipales, que de acuerdo a la importancia de su puesto era el lugar que cada quien ocupaba, los mas encumbrados hasta adelante y los ciudadanos comunes, como un servidor, ocupábamos los espacios mas modestos. Los trabajadores operativos de la Comisión Federal de Electricidad, que a mi parecer debieron de haber estado al frente, fueron colocados hasta atrás, como comúnmente se dice: los mandaron a “gallola”. A ellos eso no les importo y menos cuando al final del evento el Presidente se acerco a saludarles.
El mensaje del presidente Calderón fue sencillo, dejo claro la importancia que este acontecimiento representa para México pero especialmente para Colima. Esta planta regasificadora de gas natural, será construida con capital privado coreano, permitirá que nuestro país pueda adquirir gas natural de países diferentes a los Estados Unidos, a precios competitivos y en mejores condiciones para los mexicanos, pues al tener esta nueva opción de hacernos llegar esta importante producto a través del puerto de Manzanillo y conectarse, para su traslado, a los nuevos ductos que conducirán el gas a la red central que comunica al resto del país, nos estará dando la oportunidad de no depender, como ahora lo hacemos, de las condiciones comerciales que nos imponen nuestros vecinos del país del norte.
Los colimenses debemos de estar atentos, pues desde hoy seguramente los ojos de muchas empresas de otros países interesadas en invertir en México y de muchas empresas mexicanas que estaban pensando en instalarse en otras partes del país, estarán puestos en el estado de Colima. La fortaleza que representa el puerto de Manzanillo, sumada a la fuerza laboral capacitada con la que contamos en nuestro estado, ahora con el fácil acceso al gas natural a través de la nueva línea conductora de gas, que seguramente recorrerá buena parte del estado con destino a la zonas industriales del resto del país, hará más accesible el producto para las empresas que se instalen e nuestro territorio. La posibilidad de desarrollo para Colima es real, dependerá de cada uno de nosotros aprovechar esta nueva oportunidad.
El reto para el nuevo mandatario estatal, por el cual votaremos en julio del 2009, es grande, también para los nuevos alcaldes, especialmente a los de los municipios de Colima, Villa de Alvarez, Cuahutemoc, Tecomán y Manzanillo, pues así como vendrán nuevas oportunidades de crecimiento, también se presentaran nuevos problemas y necesidades a las que actualmente tenemos. La vocación de nuestro estado, tradicionalmente, agrícola, comercial y de servicios, gradualmente estará siendo compartida con una industrial.
Como ciudadanos no podemos quedarnos ajenos a este nuevo escenario, debemos exigir a nuestros gobernantes planes con visión de largo plazo, que hagan compatible el crecimiento y el desarrollo respetando el entorno ambiental, atendiendo desde hoy las necesidades de crecimiento ordenado de las ciudades de nuestro estado, tomando en cuenta las necesidades futuras de movilidad de los que aquí vivimos, para que en el futuro Colima sea verdaderamente el estado con la mejor calidad de vida del país y que todos los colimenses podamos contar con ese privilegio, no solo unos cuantos como actualmente sucede.
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