EN CONFIANZA
Leoncio Moran Sánchez
Tres primaveras
Recibí una llamada de Manuel Espino, entonces presidente nacional del PAN, era el sábado 9 de abril de 2005, solo para decirme que a primera hora del siguiente día estaría en Colima en la jornada electoral extraordinaria que tendría lugar ese día. Como candidato a gobernador el recibir esa llamada me fortaleció emocionalmente, la campaña había sido corta, complicada, intensa, con pocos recursos y con un escaso apoyo de parte del comité estatal y nacional. Todo esto contrastaba con la extraordinaria motivación de la gente y de quienes a nivel local participaban en el equipo de campaña, el sentir de la mayoría de los colimenses era evidente, la posibilidad de encabezar por primera vez un gobierno estatal por un partido diferente al PRI eran reales. El cerrado resultado y el número de votos que recibí, así lo demostró.
Ese mismo sábado, me entere que Roberto Madrazo, como presidente nacional del PRI, estaría en Colima el domingo 10 de abril para apoyar a su candidato a gobernador. Roberto Madrazo cumplió, a primera hora de ese domingo arribo a Colima. Manuel Espino jamás llego, ni siquiera una llamada recibí para explicar el motivo de la cancelación de su viaje a Colima, aunque mi mente mal pensada encontró de inmediato una explicación a su ausencia, nunca volví a cruzar palabra con él, alguna vez en la sede nacional del PAN nos encontramos en el elevador, solo agacho la cabeza y lo mas que escuche de el fue un forzado “buenos días”.
Han pasado tres primaveras desde que tenemos un nuevo gobernador, en estos tres años he tenido la oportunidad de vivir muchas cosas, la mayoría de ellas buenas experiencias, seguramente como a muchos, me duele el no haber logrado el objetivo que me propuse en el mes de marzo de 2005, pero el dolor no es propiamente por no haber logrado la gubernatura, sino por que al pasar de estos años, poco o nada a cambiado para bien de la mayoría de los colimenses. Da la impresión, al platicar en la calle con la gente, de que lastimosamente, este ha sido un tiempo perdido.
El hecho es, que mas allá de las encuestas de percepción que ponen a Colima en razonablemente buenos lugares, posiciones en las que hemos estado durante varios años y desde hace varios sexenios estatales, debido principalmente a los ciudadanos y no a los gobernantes, hoy no existe en el estado alguna obra de infraestructura o alguna inversión publica o privada importante, que sea detonante del desarrollo de nuestro estado. En su gestión, el gobernador del estado, se ha dedicado a gobernar con soberbia, intolerancia, y a promover enfrentamientos, no solo al interior de su partido, sino también con el resto de la sociedad que piensa diferente a él. Mucha gente opina que con sus actitudes, el principal aliado de la oposición en Colima es el propio gobernador priista, se dice que esta vez la mesa esta puesta, que el ramillete de aspirantes de parte del PRI a la candidatura al gobierno del estado deja mucho que desear. En la calle, la gente dice que el PAN tiene, en quienes aspiran al mismo puesto a mejores perfiles, personas mejor preparadas y que cuentan con mayor liderazgo.
Efectivamente, hoy las posibilidades son mayores para el PAN, sin embargo a diferencia de lo que algunos simpatizantes o militantes de Acción Nacional piensan, no creo que con cualquiera de los que aspiramos ganemos la elección, ni tampoco creo que desde hoy bajo cualquier circunstancia la tengamos ya ganada. Para ganar va a ser indispensable en primera instancia la unidad de todos los panistas y la humildad de quienes aspiramos, para reconocer que en política, como en la vida, hay tiempos y momentos para cada quien y que por mas que nos empeños en hacer sentir nuestra fuerza, el nivel de liderazgo a nivel estatal es muy diferente en cada uno. Por otro lado el comité estatal, pero especialmente la dirigencia nacional tendrá que participar directamente en el proceso, tener cuidado de no dejar hilos sueltos, mucho menos menospreciar el poco o mucho liderazgo de cada uno. Y una vez teniendo el candidato a gobernador brindarle todo el apoyo, de estructura, moral y económico, evitando que este apoyo no solo sea de “lengua”, para que no vuelva a pasar como me pasó a mí en el 2005.
Leoncio Moran Sánchez
Tres primaveras
Recibí una llamada de Manuel Espino, entonces presidente nacional del PAN, era el sábado 9 de abril de 2005, solo para decirme que a primera hora del siguiente día estaría en Colima en la jornada electoral extraordinaria que tendría lugar ese día. Como candidato a gobernador el recibir esa llamada me fortaleció emocionalmente, la campaña había sido corta, complicada, intensa, con pocos recursos y con un escaso apoyo de parte del comité estatal y nacional. Todo esto contrastaba con la extraordinaria motivación de la gente y de quienes a nivel local participaban en el equipo de campaña, el sentir de la mayoría de los colimenses era evidente, la posibilidad de encabezar por primera vez un gobierno estatal por un partido diferente al PRI eran reales. El cerrado resultado y el número de votos que recibí, así lo demostró.
Ese mismo sábado, me entere que Roberto Madrazo, como presidente nacional del PRI, estaría en Colima el domingo 10 de abril para apoyar a su candidato a gobernador. Roberto Madrazo cumplió, a primera hora de ese domingo arribo a Colima. Manuel Espino jamás llego, ni siquiera una llamada recibí para explicar el motivo de la cancelación de su viaje a Colima, aunque mi mente mal pensada encontró de inmediato una explicación a su ausencia, nunca volví a cruzar palabra con él, alguna vez en la sede nacional del PAN nos encontramos en el elevador, solo agacho la cabeza y lo mas que escuche de el fue un forzado “buenos días”.
Han pasado tres primaveras desde que tenemos un nuevo gobernador, en estos tres años he tenido la oportunidad de vivir muchas cosas, la mayoría de ellas buenas experiencias, seguramente como a muchos, me duele el no haber logrado el objetivo que me propuse en el mes de marzo de 2005, pero el dolor no es propiamente por no haber logrado la gubernatura, sino por que al pasar de estos años, poco o nada a cambiado para bien de la mayoría de los colimenses. Da la impresión, al platicar en la calle con la gente, de que lastimosamente, este ha sido un tiempo perdido.
El hecho es, que mas allá de las encuestas de percepción que ponen a Colima en razonablemente buenos lugares, posiciones en las que hemos estado durante varios años y desde hace varios sexenios estatales, debido principalmente a los ciudadanos y no a los gobernantes, hoy no existe en el estado alguna obra de infraestructura o alguna inversión publica o privada importante, que sea detonante del desarrollo de nuestro estado. En su gestión, el gobernador del estado, se ha dedicado a gobernar con soberbia, intolerancia, y a promover enfrentamientos, no solo al interior de su partido, sino también con el resto de la sociedad que piensa diferente a él. Mucha gente opina que con sus actitudes, el principal aliado de la oposición en Colima es el propio gobernador priista, se dice que esta vez la mesa esta puesta, que el ramillete de aspirantes de parte del PRI a la candidatura al gobierno del estado deja mucho que desear. En la calle, la gente dice que el PAN tiene, en quienes aspiran al mismo puesto a mejores perfiles, personas mejor preparadas y que cuentan con mayor liderazgo.
Efectivamente, hoy las posibilidades son mayores para el PAN, sin embargo a diferencia de lo que algunos simpatizantes o militantes de Acción Nacional piensan, no creo que con cualquiera de los que aspiramos ganemos la elección, ni tampoco creo que desde hoy bajo cualquier circunstancia la tengamos ya ganada. Para ganar va a ser indispensable en primera instancia la unidad de todos los panistas y la humildad de quienes aspiramos, para reconocer que en política, como en la vida, hay tiempos y momentos para cada quien y que por mas que nos empeños en hacer sentir nuestra fuerza, el nivel de liderazgo a nivel estatal es muy diferente en cada uno. Por otro lado el comité estatal, pero especialmente la dirigencia nacional tendrá que participar directamente en el proceso, tener cuidado de no dejar hilos sueltos, mucho menos menospreciar el poco o mucho liderazgo de cada uno. Y una vez teniendo el candidato a gobernador brindarle todo el apoyo, de estructura, moral y económico, evitando que este apoyo no solo sea de “lengua”, para que no vuelva a pasar como me pasó a mí en el 2005.
1 comentario:
Felicidades por la página. Es una muy buena idea. En cuanto al artículo Tres primaveras, primero me hizo recordar los intensos momentos de la campaña y segundo, tienes toda la razón al afirmar que hoy más que núnca el panismo requiere de toda la unidad si en verdad se quiere dar la oportunidad al estado de tener un gobierno diferente, un gobierno con una nueva visión en el que tengan prioridad los que menos tienen para que realmente nuesto estado se transforme en el Clima de oportunidades reales para todos.
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