EN CONFIANZA
Leoncio Morán Sánchez
Iluminemos México
Impresionante, no encuentro otra palabra para describir la participación ciudadana, de casi todo el país, en las marchas del pasado sábado en contra de la violencia que estamos sufriendo los mexicanos. Nuevamente el ciudadano común es quien vuelve a poner el ejemplo, a pesar de que en algunas ciudades, como en Colima, aparecieron algunos políticos y líderes sociales oportunistas que sin la menor “pizca” de vergüenza se atrevieron a encabezarla. La rechifla que los ciudadanos ahí presentes les recetaron, fue la mejor muestra del rechazo a su equivocada decisión.
El tema de la inseguridad es algo delicado, pero a pesar de que nuestros gobernantes traten de argumentar un sin fin de cosas, ahora hasta dicen que buena parte de la responsabilidad es de nosotros los ciudadanos, porque cuando somos afectados no denunciamos, y me pregunto: ¿quién es el valiente que se atreve a hacerlo?, cuando existen incontables casos donde las mismas autoridades y policías se encuentran del lado de los delincuentes o ellos mismos lo son. No nos hagamos bolas, en México los responsables de la inseguridad que estamos viviendo son nuestros gobernantes, los actuales y los pasados.
Es cierto, confío en el Presidente Calderón y en su valiente decisión de enfrentar al crimen organizado, aunque desgraciadamente al día de hoy, por lo menos la guerra mediática, la están ganando estos individuos. No estoy seguro de que lo estén logrando solos, cada vez estoy más convencido de que cuentan con la ayuda de algunos políticos, que ven en esta coyuntura como una excelente oportunidad para, en este “río revuelto”, obtener algún beneficio político que les pueda ayudar a recuperar la Presidencia de la República. La gente no es tonta, también se da cuenta de esta vergonzosa actitud de algunos.
A pesar de esto, si de verdad nuestras autoridades quieren recuperar la credibilidad de la ciudadanía y controlar el problema de fondo, es necesario redoblar esfuerzos y actuar en contra de los verdaderamente responsables y no sólo seguir deteniendo a hombres y mujeres que en muchos casos, por sus declaraciones a los medios, queda la duda de que realmente sean los verdaderamente responsables de los hechos que se les imputan.
No vayamos tan lejos. Aquí en Colima, tengo conocimiento de amigos que han sido fraudeados vía telefónica y otros a los que se ha intentado fraudear, en todos los casos con los mismos argumentos; los hechos se han denunciado y se ha entregado información suficiente a las autoridades como para encontrar o por lo menos identificar a los responsables. Hasta hoy, ningún resultado.
Por mencionar otro caso. Hace poco mas de tres años, denunciè algunas amenazas de las que fui objeto, hablé directamente con el entonces gobernador, Arnoldo Ocho González, hoy nuevamente “suspirante” por el PRI a la gubernatura del estado, en la denuncia presentada había suficiente información para que nuestras autoridades estatales actuaran. Hasta hoy no lo han resuelto, y casi estoy seguro que por incapacidad o por complicidad jamás lo harán.
Qué bueno que el 30 de agosto se iluminó México, pero qué triste sería que este esfuerzo ciudadano quedara solo en eso… sigamos exigiéndoles a nuestros gobernantes. Aún tengo fé en Felipe Calderón, aunque su responsabilidad debe ser compartida con los gobernadores. Ojalá que también el presidente de la República los investigue y se asegure que éstos no tienen relación alguna con criminales, además de que los “apriete” para que cumplan con la parte de la responsabilidad que les corresponde. Los resultados en una mejora en los índices de seguridad y la percepción ciudadana de vivir en un lugar seguro, será lo único que le podrá dar la razón en la victoria en esta peligrosa lucha en contra de crimen organizado.
Leoncio Morán Sánchez
Iluminemos México
Impresionante, no encuentro otra palabra para describir la participación ciudadana, de casi todo el país, en las marchas del pasado sábado en contra de la violencia que estamos sufriendo los mexicanos. Nuevamente el ciudadano común es quien vuelve a poner el ejemplo, a pesar de que en algunas ciudades, como en Colima, aparecieron algunos políticos y líderes sociales oportunistas que sin la menor “pizca” de vergüenza se atrevieron a encabezarla. La rechifla que los ciudadanos ahí presentes les recetaron, fue la mejor muestra del rechazo a su equivocada decisión.
El tema de la inseguridad es algo delicado, pero a pesar de que nuestros gobernantes traten de argumentar un sin fin de cosas, ahora hasta dicen que buena parte de la responsabilidad es de nosotros los ciudadanos, porque cuando somos afectados no denunciamos, y me pregunto: ¿quién es el valiente que se atreve a hacerlo?, cuando existen incontables casos donde las mismas autoridades y policías se encuentran del lado de los delincuentes o ellos mismos lo son. No nos hagamos bolas, en México los responsables de la inseguridad que estamos viviendo son nuestros gobernantes, los actuales y los pasados.
Es cierto, confío en el Presidente Calderón y en su valiente decisión de enfrentar al crimen organizado, aunque desgraciadamente al día de hoy, por lo menos la guerra mediática, la están ganando estos individuos. No estoy seguro de que lo estén logrando solos, cada vez estoy más convencido de que cuentan con la ayuda de algunos políticos, que ven en esta coyuntura como una excelente oportunidad para, en este “río revuelto”, obtener algún beneficio político que les pueda ayudar a recuperar la Presidencia de la República. La gente no es tonta, también se da cuenta de esta vergonzosa actitud de algunos.
A pesar de esto, si de verdad nuestras autoridades quieren recuperar la credibilidad de la ciudadanía y controlar el problema de fondo, es necesario redoblar esfuerzos y actuar en contra de los verdaderamente responsables y no sólo seguir deteniendo a hombres y mujeres que en muchos casos, por sus declaraciones a los medios, queda la duda de que realmente sean los verdaderamente responsables de los hechos que se les imputan.
No vayamos tan lejos. Aquí en Colima, tengo conocimiento de amigos que han sido fraudeados vía telefónica y otros a los que se ha intentado fraudear, en todos los casos con los mismos argumentos; los hechos se han denunciado y se ha entregado información suficiente a las autoridades como para encontrar o por lo menos identificar a los responsables. Hasta hoy, ningún resultado.
Por mencionar otro caso. Hace poco mas de tres años, denunciè algunas amenazas de las que fui objeto, hablé directamente con el entonces gobernador, Arnoldo Ocho González, hoy nuevamente “suspirante” por el PRI a la gubernatura del estado, en la denuncia presentada había suficiente información para que nuestras autoridades estatales actuaran. Hasta hoy no lo han resuelto, y casi estoy seguro que por incapacidad o por complicidad jamás lo harán.
Qué bueno que el 30 de agosto se iluminó México, pero qué triste sería que este esfuerzo ciudadano quedara solo en eso… sigamos exigiéndoles a nuestros gobernantes. Aún tengo fé en Felipe Calderón, aunque su responsabilidad debe ser compartida con los gobernadores. Ojalá que también el presidente de la República los investigue y se asegure que éstos no tienen relación alguna con criminales, además de que los “apriete” para que cumplan con la parte de la responsabilidad que les corresponde. Los resultados en una mejora en los índices de seguridad y la percepción ciudadana de vivir en un lugar seguro, será lo único que le podrá dar la razón en la victoria en esta peligrosa lucha en contra de crimen organizado.
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